Ejercer su control con atención especializada, definitivamente nos conducirá a conciliar el sueño como es debido para mejorar nuestro rendimiento, estado de ánimo y desenvolvimiento social, laboral y personal.

Conciliar el sueño con placer y regularidad en los períodos mínimos establecidos y que van de entre 6 a ocho horas diarias aproximadamente, influye directamente en nuestro rendimiento, estado de ánimo y desenvolvimiento social, laboral y personal, sin embargo en ocasiones se presentan diversas patologías o trastornos vinculados intrínsecamente al desarrollo normal de esta actividad, tan importante por parte del ser humano.
Poder dormir con normalidad es lo más deseado por parte de toda persona, ya que con ello el cuerpo humano se relaja, descansa nuestro cerebro del estrés diario y se necesita obligatoriamente para desarrollar una vida si se quiere normal.
Sin embargo en el mundo actual que no ha tocado vivir la realidad es otra, porque desde el aspecto laboral, los estudios y los variados compromisos, sin duda alguna representan un aspecto relevante a la hora de conciliar el sueño, robarle horas a esta actividad y esto, peligrosamente se va convirtiendo en algo común y corriente sin darnos cuenta.
¿Por qué debemos dormir bien?
Es totalmente saludable y conveniente para nuestro cuerpo el dormir bien, por cuanto no solo es importante el tiempo que conciliamos el sueño sino también la calidad de este acto, por cuanto al momento que se interrumpe el sueño o se aminora su tiempo, lo más probable que el tiempo no haya sido eficiente en todas sus etapas.
Esto no significa otra cosa que, el resultado de desarrollar un buen sueño y descanso durante la noche, influirá directamente en las funciones que vayas a desempeñar al siguiente día.
Es necesario dormir para que nuestra mente pueda pensar con claridad y además, reaccionar con mayor rapidez y asentar la memoria, en virtud de que los procesos que ejecuta el cerebro que nos conducen a aprender y recordar, se mantienen específicamente activos mientras conciliamos el sueño.
Recortar las horas de sueño, sin duda alguna tiene su precio y , eso, poco a poco lo iremos notando a la postre. Tan sólo con robarnos una hora a nuestro sueño habitual, puede representar que se haga más difícil la concentración y nuestra capacidad de respuesta ante una eventualidad.
El dormir el tiempo necesario o no, moldeará tu estado de ánimo al siguiente día, porque si no se duerme el tiempo usual, estaremos predispuestos a estar más irritables, lo que evidentemente afectará nuestras relaciones interpersonales y además se tiene la posibilidad de sufrir cuadros depresivos, incrementa el riesgo a padecer de hipertensión arterial o enfermedades cardíacas.
Es bueno conocer igualmente que, mientras dormimos el cuerpo humano libera una serie de hormonas, como la del crecimiento que fluye cuando se duerme de manera profunda. También otros tipos de hormonas que contribuyen a combatir infecciones, evitar enfermedades y por ende, tener una buena salud.
Al dormir, nuestro cuerpo también libera las hormonas relacionadas de forma directa al uso de la energía corporal. La gente con problemas para dormir es propensa a ser una persona obesa, sufrir de diabetes o tener preferencias por alimentos con mayores calorías y ricos en carbohidratos.
Que no te quiten el sueño

La otra cara de la moneda son los factores, patologías y trastornos existentes los cuales acechan para tratar de “robarnos” el sueño y que a continuación conoceremos:
El insomnio : es un trastorno del sueño catalogados como el más común y ocurre cuando la persona tiene problemas para poder dormir tranquilamente, quedarse dormido o ambas cosas al mismo tiempo, reflejándose esto en una sueño de poca calidad y sentir al levantarse que no ha descansado lo suficiente durante sus horas de sueño.
La Apnea del sueño : o Apnea Obstructiva del sueño, se trata de una patología respiratoria , caracterizada por el hecho de que las personas suelen roncar habitualmente a la hora de dormir, lo que conllevan a manifestar paradas de la respiración de manera inconsciente y de forma repetida y somnolencia durante el día.
Narcolepsia: es una patología neurológica que obedece a una anomalía cerebral, que se caracteriza por alterar los mecanismo neurales a la hora de dormir y consiste en poner de manifiesto episodios de vigilia en el que las personas se pueden quedar entre 2 y 5 minutos dormidos en cualquier sitio para luego despertarse y sentirse despejados, situación que puede presentarse mientras conducen, compartiendo o sencillamente paseando.
El Sonambulismo : en el caso de los niños suele presentarse por fatigas o falta de sueño o constante ansiedad , mientras que en los adultos se produce en ocasiones por trastornos mentales, consumo de alcohol, entre otras características. Los episodios pueden ser relativamente cortos y en el caso que no se les despierte , regresarán a seguir durmiendo pero sin embargo pueden quedarse en cualquier sitio indistintamente.
Terrores de la noche : este tipo de trastorno suele presentarse comúnmente en menores de 3 a 8 años y se manifiesta con sudoración constante y respiración agitada, por lo que despiertan a veces en estado de shock y totalmente desorientado de la realidad que les rodea.
Síndrome de las piernas inquietas: conocido clínicamente como Bruxismo se presenta debido al estrés emocional, ligado también a la insuficiencia renal , anemia, diabetes mellitus y Mal de Parkinson, situación que puede agravarse con el consumo de antidepresivos , sedantes y antihistamínicos. Caracterizado también por sentir “hormigueo” en las extremidades inferiores.
Hipersomnio : no es otra que los estados de somnolencia diurna recurrente de la persona y su lapso de aparición se ubica entre los 15 y 30 años. Aparece de manera progresiva y una vez que ocurre, persisten los síntomas sin generar cambio alguno.
Manifiestan además un sueño nocturnal prolongado sin presentar alteración alguna, pero evidencian gran dificultad para retomar las riendas en la mañana, expresan confusión mental, desorientación y eventualmente agresividad tanto verbal como física.
Controla la situación
La recomendación más acertada en el caso de presentar algunas de este tipo de manifestaciones, es que deben ser atendidas clínicamente y por especialistas, por cuanto pueden aparecer como consecuencia de otras patologías, constituyéndose en un factor de riesgo para dar paso a otras enfermedades.
Debe hacerse además el correcto diagnóstico con un enfoque multidisciplinario y a través de un serio estudio a través de una polisomnografía (prueba del sueño), consistente en el registro de las variables fisiológicas tomado en horas de la noche.