Los científicos de Rwanda han identificado una cepa del parásito que causa el paludismo resistente a los medicamentos
El estudio, publicado en Nature, determinó que los parásitos eran capaces de resistir el tratamiento con artemisinina, un fármaco de primera línea en la lucha contra la enfermedad. Es la primera vez que los científicos observan la resistencia a la droga artemisinina en África.
Los investigadores advierten que esto “supondría una importante amenaza para la salud pública” en el continente.
Derrotar la malaria en una generación
Científicos del Instituto Pasteur, en colaboración con el Programa Nacional de Lucha contra el Paludismo de Rwanda (Centro Biomédico de Rwanda), la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Hospital Cochin y la Universidad de Columbia (Nueva York, EE.UU.) analizaron muestras de sangre de pacientes de Rwanda.
Encontraron una mutación particular del parásito, resistente a la artemisinina, en 19 de los 257 -o el 7,4%- de los pacientes de uno de los centros de salud que supervisaron.
Evolución de los parásitos
En el artículo de la revista, los científicos advirtieron que los parásitos del paludismo que desarrollaron una resistencia a los medicamentos anteriores “se sospecha que contribuyeron a millones de muertes adicionales por paludismo en niños africanos pequeños en el decenio de 1980”.
Cuando se desarrolló el primer medicamento contra la malaria, la cloroquina, los investigadores pensaron que la enfermedad sería erradicada en pocos años.Pero desde los años 50 los parásitos han evolucionado para desarrollar resistencia a los sucesivos medicamentos
Este es un momento profundamente preocupante y muy significativo. Hoy marca un retroceso en la lucha contra la malaria. La resistencia a la artemisinina no es nueva, como lo ha sido en partes del sudeste asiático durante más de una década.
En algunas regiones allí, el 80% de los pacientes están ahora infectados con parásitos de la malaria que se resisten al tratamiento. Pero África siempre ha sido la mayor preocupación, ya que allí se encuentran más de nueve de cada diez casos de la enfermedad.
Parece que la resistencia evolucionó en los parásitos de la malaria en África en lugar de propagarse desde el sudeste asiático al continente. El resultado, sin embargo, es el mismo: el paludismo se está volviendo más difícil de tratar.
La infección de la malaria es ahora comúnmente tratada con una combinación de dos drogas – artemisinina y piperaquina. Los parásitos de la malaria también empezaron a desarrollar una resistencia a la artemisinina – esto se registró por primera vez en 2008 en el sudeste de Asia.
En ese momento los científicos temían que la resistencia a la artemisinina también se produjera en África y tuviera consecuencias devastadoras. La investigación indica que estos temores pueden haberse hecho realidad. En 2018, los países africanos fueron responsables de más del 90% de las más de 400.000 muertes por malaria registradas.